Población por región, zona, división administrativa
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Ítem Segregación residencial de los inmigrantes nicaragüenses en costa rica en 2000(Población y Salud en Mesoamérica; Volumen 1, Número 1, 2003) Brenes Camacho, GilbertEn el artículo se analiza la segregación residencial de los nicaragüenses en Costa Rica, en tres de sus dimensiones: no uniformidad de la distribución espacial, aislamiento (o exposición) y aglomeración. La fuente de los datos fue el Censo de Población 2000, por lo que la investigación tiene la limitante de referirse únicamente a los nicaragüenses autodeclarados como residentes habituales, enumerados por los empadronadores censales. Para cumplir los propósitos de la investigación se calcularon los índices de disimilaridad, aislamiento y proximidad espacial (empleados por Massey y Denton, 1989) para todo el país, para la Región Central, para el Área Metropolitana y para cada cantón. Con los valores de los índices cantonales, se construyeron modelos de regresión lineal múltiple, con el fin de determinar factores asociados a la posible segregación espacial. A la luz de los valores obtenidos, se encontró que la segregación espacial de los nicaragüenses en Costa Rica es relativamente moderada, y muy similar a la de los habitantes urbanos de EU de origen hispanoamericano, pero considerablemente menor a la experimentada por la población afroamericana de las grandes ciudades de EU. Además, se encontró que hay dos factores asociados consistentemente con las tres dimensiones analizadas de la segregación; estos dos factores son la proporción de nicaragüenses viviendo “en precarios” y el habitar en la Región Central. También se encontró que en los cantones con mayores valores en los indicadores utilizados, menor es la proporción de nicaragüenses con secundaria ó más, menor es la proporción de naturalizados y menor es la proporción que viven en hogares extensos o extendidos. Los índices de aislamiento y proximidad espacial lograron captar cierto grado de segregación en las regiones con alta presencia de inmigrantes; por otro lado, el índice de disimilaridad -el más tradicional para medir el fenómeno bajo investigación- captó cierto grado de segregación de la población nacida en Nicaragua y que habita en zonas rurales; si bien es cierto es baja la proporción de inmigrantes que habitan en la mayoría de los 20 cantones con altos índices de disimilaridad, las características de esta población coinciden con las de los migrantes móviles (asalariados agrícolas, que laboran en cultivos estacionales, y que habitan en viviendas prestadas o cedidas), por lo que se podría estar captando parcialmente las condiciones residenciales de los “migrantes pendulares”, que viajan de un lugar a otro del país.Ítem Estimación del volumen y características sociodemográficas de los inmigrantes nicaragüenses en Costa Rica(Tesis (Magister Scientiae)--Universidad de Costa Rica. Sistema de Estudios de Posgrado, 1999) Brenes Camacho, GilbertDurante las décadas del ochenta y del noventa, se ha dado una importante corriente migratoria desde Nicaragua hacia Costa Rica, La inexistencia de un censo de población durante el mismo periodo, al igual que la falta de uniformidad o problemas de cobertura de los registros administrativos han imposibilitado contar con información cuantitativa que indique cuántos son estos inmigrantes, así como cuáles son sus principales características sociodemográficas. Los objetivos primordiales de la presente investigación son el generar, mediante métodos indirectos, un cálculo del número de nicaragüenses en Costa Rica, y una descripción de la distribución por sexo, edad y ubicación geográfica de esta subpoblación. Además, se pretende describir las diferencias en la inserción de este grupo de extranjeros en el mercado laboral costarricense. Las proyecciones de población de CELADE y el método de los coeficientes de supervivencia estiman que el número de emigrantes totales nicaragüenses en el período 1970-1995 está entre 350 000 y 420 000 personas. Si se considera que en la década del setenta, fueron empadronados alrededor de 50 000 nativos de Nicaragua en los censos de los demás países de Latinoamérica, se podría concluir que para 1995 habían entre 400 000 y 500 000 nicaragüenses viviendo fuera de su patria. I-a aplicación del método de los índices de masculinidad de Bean, King y Passel fue infructuosa ya que generaba estimaciones negativas en alguno de los períodos para las combinaciones de parámetros que se utilizaron. En Estados Unidos, el censo de 1990 contabilizó a más de 160 000 nicaragüenses, y las Current Population Surveys de 1994, 1995 y 1996 de dicho país estimaban que en su territorio se encontraban cerca de 240 000 (incluyendo “ilegales”). Considerando que, junto con Costa Rica, los Estados Unidos es el principal destino de este grupo de emigrantes y suponiendo que los cálculos anteriores son aceptables, se podría poner como cota superior para la cantidad de nicaragüenses en suelo costarricense, una cifra entre los 200 000 y los 250 000. A] empezar a utilizar las fuentes de datos de Costa Rica, la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples estimaba en 90 000 el número de nacidos en Nicaragua, mientras que la cifra generada a partir de los datos de la matrícula escolar es de 124 000. Se considera que ambas estimaciones son bastantes bajas, ya que, según la Dirección General de Migración y Extranjería, el total de nicaragüenses con documentos de residencia era ligeramente superior a las 100 000 personas. La investigación discute las posibles causas de estas subestimaciones, las cuales se fundamentan en las limitaciones de la Encuesta de Hogares y de los datos de! Ministerio de Educación Pública. Las técnicas basadas en el registro de nacimientos, sin embargo, coinciden en que el número de nativos de Nicaragua residentes en Costa Rica está entre los 175 000 (técnica de series de tiempo) y los 190 000 (técnica de los niveles diferenciales de la fecundidad). Ambas se aproximan al valor obtenido restando el total de emigrantes calculado menos el total correspondiente a E.U. Por consiguiente, se considera que el total de nicaragüenses en 1995 es ligeramente inferior a los 200 000 y, aplicando las mismas técnicas, se estima que para 1997 estos pueden ser un poco más de 260 000. La estimación de la distribución por sexo se fundamentó en los cálculos generados por el método de los coeficientes de supervivencia. A pesar de que los censos y encuestas (tanto en Costa Rica como en otros países) estiman que la mayoría de los inmigrantes nicaragüenses son mujeres, se concluye que la proporción de los varones entre los emigrantes totales puede estar entre el 52% y el 56%. Para analizar la distribución por edad, se compararon los resultados del método de los coeficientes de supervivencia, los datos de la CPS’96 y de la EHPM’97. Las tres fuentes coinciden en que la proporción de personas con edades entre los 15 y los 44 años representan cerca de un 60% a un 65% del total de nicaragüenses residentes fuera de su país, en donde un poco más del 30% tienen entre ¡5 y 29 años, y un poco menos del 30% tienen entre 30y 44 años. Además, según las fuentes, la estructura por edades de los inmigrantes de dicho país en E.U. es relativamente más vieja que aquella correspondiente a los que se movilizaron a Costa Rica. Además, de acuerdo al uso de los patrones modelo de migración, el predominio de /os emigrantes jóvenes es mayor en la década del noventa que en la década del ochenta. A partir de un análisis de conglomerados, se concluyó además que los cantones fronterizos son los que tienen mayor presencia relativa de nicaragüenses, seguidos de ciertos cantones urbanos del Area Metropolitana, el norte de la provincia de Guanacaste y algunos cantones de Limón. Cabe notar que más del 50% de los nacimientos de madres nicaragüenses se dan en el Valle Central; sin embargo, la mayoría de los cantones de dicha región no evidencian una alta incidencia relativa de población nicaragüense, por la alta concentración de costarricenses que también viven allí. En el análisis de la mención de los nicaragüenses al mercado laboral de Costa Rica, se comprueba la observación de otros autores de que la mayoría de ellos se están incorporando en ocupaciones y sectores relativos a la agricultura, la construcción y los servicios no calificados. Además, se hizo notar que no hay suficiente evidencia estadística para afirmar que los nicaragüenses presenten una mayor tasa de desempleo que los costarricenses, sino más bien que estos se están enfrentando a situaciones de subempleo y baja estabilidad en el empleo, y que esto se puede explicar por los empleos en los que se están ocupando, así como por las diferencias en los niveles de educación entre los costarricenses y los nicaragüenses.