Héctor Pérez Brignoli
Examinar
Examinando Héctor Pérez Brignoli por Materia "DEMOGRAFIA"
Mostrando 1 - 1 de 1
Resultados por página
Opciones de ordenación
Ítem Los estudios de demografía histórica en Costa Rica : problemas y perspectivas(Sexto Seminario Nacional de Demografía, 1976) Pérez Brignoli, HéctorEl primer censo nacional de población se realizó en noviembre de 1864 y el último, a la fecha de hoy, en julio del 2000. En medio, se realiza¬ron censos nacionales de población en 1883, 1892, 1927, 1950, 1963, 1973 y 1984. En total nueve recuentos censales en un período de 136 años. El lapso transcurrido entre un censo y otro está lejos del ideal de diez años, sobre todo entre 1864 y 1883 (19 años), 1892 y 1927 (35 años), 1927 y 1950 (23 años), y 1984 y 2000 (16 años). El medio siglo que va de 1950 a 2000 dispone, por otra parte, no solo de censos más frecuentes y muy cerca de la periodicidad deseable, sino también de censos modernos, ajustados a las normas establecidas a nivel internacional. Los tres primeros censos también fueron realizados en el contexto de modernización y progreso propios del liberalismo imperante en la segunda mitad del siglo XIX. En el de 1864, su director, Fernando Estrcber1 indicó que seguía las nomas del Congreso Internacional de Estadística realizado en Londres en 1860. En el de 1892, su director, el profesor español Enrique Villavicencio, recono¬ce haber consultado como modelos los censos de Francia, Bélgica y Chile. De todos modos, la carencia de personal idóneo y las limitaciones propias de una administración estatal en formación, condicionaron fuertemente la calidad de estos primeros censos. Es paradójico que una vez organizada la Dirección General de Estadística, entre 1883 y 1892, hubiera que esperar 35 años para la realización de un nuevo censo de población. Ese lapso tan prolongado se puede explicar por la contracción en los recursos estatales que impuso la larga crisis de los precios del café, entre 1897 y 1922, la atención privilegiada prestada a las estadísticas del comercio exterior, y la confianza ingenua en el denominado “censo calculado.”