Tablas de mortalidad
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Examinando Tablas de mortalidad por Materia "MORTALIDAD"
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Ítem Análisis factorial para el estudio de la mortalidad de Costa Rica. Periodo 1900-2010(Población y Salud en Mesoamérica, Volumen 10, número 2 (enero-junio 2013), 2013) Aguilar Fernández, EduardoLa mortalidad es uno de los componentes de la dinámica demográfica constituido en un importante indicador del reflejo del estado de salud de una población, por lo que conocer su comportamiento es de suma importancia en el desarrollo de las sociedades. El objetivo de la presente investigación es construir un modelo de análisis factorial mediante la aplicación de la técnica de componentes principales a un conjunto de tasas de mortalidad por grupo de edad y sexo para identificar componentes influyentes en la mortalidad de Costa Rica durante el período 1900-2010. El análisis factorial permitió identificar inicialmente tres factores principales que explican en un 96,6 % la variabilidad de la mortalidad de Costa Rica. Se espera que esta serie de estimaciones contribuyan al estudio del comportamiento de la mortalidad y de sus implicaciones para el desarrollo del país y, a su vez, sirva de base para que futuros estudios complementen los alcances de la presente investigación.Ítem Costa Rica 1866-1973 : tablas modelo de mortalidad(Siglo XIX. Revista de Hostoria, No. 7, 1986) Pérez Brignoli, HéctorEn este trabajo presentamos cinco tablas de mortalidad de Costa Rica para ambos sexos, en el período 1866-1973. Las tablas correspondientes a 1950» 1963 y 1973, son oficiales. Las de 1866 y 1927 fueron calculadas como parte de la presente investigación. Las cinco tablas corresponden a años censales y aunque cubren un amplio espectro de variaciones en la mortalidad, presentan limitaciones importantes. Las tres primeras están separadas por períodos de observación muy largos, lo que dificulta el conocimiento de situaciones intermedias; y los datos que sirven de base para la construcción de las dos primeras tablas son, probablemente, de inferior calidad que los correspondientes a las tres tablas oficiales. Por todo ello resulta indispensable el recurso a las tablas modelo de mortalidad.Ítem La medición de la mortalidad a partir de información recogida en una encuesta(Población y Salud en Mesoamérica, vol. 12, no. 2, documento histótico, enero-julio, 2015) Somoza. Jorge L.Estas notas están dirigidas a un lector poco familiarizado con los esfuerzos que realizan los demógrafos en la actualidad, encaminados a lograr estimaciones de la mortalidad de una población para la cual no hay información disponible sobre las defunciones anuales. En el sentido estricto que se utiliza en este documento, conocer la mortalidad es equivalente a disponer de una tabla de vida. Este conocimiento es elemental ya que constituye un dato indispensable en cualquier análisis demográfico que se quiera intentar de una población. Pese a lo señalado, a su naturaleza elemental, no se tiene dicho conocimiento de la mayor parte de los países de América Latina, menos aun de regiones dentro de ellos. En países en los que existen mediciones de aceptable calidad a nivel nacional, no se cuenta generalmente con estimaciones de mortalidad satisfactorias para regiones o provincias. Es necesario, por lo tanto, resolver el problema de estimar la mortalidad de una población. Descartados los métodos directos que imponen exigencias muy difíciles de satisfacer (la organización eficiente de registros, la disponibilidad de censos), se han ensayado con ese propósito, procedimientos indirectos. En lugar de calcular la tasa central de mortalidad por edades con datos provenientes de registros anuales y de un censo, se recoge información en una encuesta, de la que se deriva una tabla de vida. En este documento se hace una exposición de estas ideas en forma esquemática, las cuales tienen un desarrollo reciente. En las referencias que se acompañan al final podrá el lector interesado imponerse debidamente de los fundamentos y de los detalles de los procedimientos que se esbozan aquí.Ítem Mortalidad en América Central : realidad actual y perspectivas(Revista centroamericana de ciencias de la salud, Año 7, No. 19, 1981) Behm Rosas, HugoEn este artículo se analiza, con la información demográfica más reciente, la situación actual de la mortalidad en América Central y sé discuten los factores que definen hoy su posible curso futuro. En general, hay una correspondencia entre el grado de desarrollo de un país — y, por tanto, del nivel de su mortalidad— y la eficiencia de los sistemas de información demográfica. De lo cual resulta que el conocimiento de la mortalidad en la región centroamericana es mediocre para la mayoría de su población.1 En el interior de los países, la omisión del registro de defunciones es variable, siendo a menudo mayor en las poblaciones menos desarrolladas, lo que imposibilita los análisis por divisiones geográficas. Un avance significativo se ha obtenido con los métodos Indirectos desarrollados por diversos demógrafos, los cuales derivan estimaciones de mortalidad de fuentes ajenas al registro de defunciones (Hill y Trusseil, 1977). En este trabajo se utilizan las mejores y más recientes estimaciones de mortalidad de que ha sido posible disponer; no obstante, ellas deben ser interpretadas sólo como una aproximación a ta realidad. A pesar de todo, los contrastes de mortalidad que analizaremos son de tal magnitud, que las limitaciones implícitas en las cifras que se emplean no arrojan dudas fundamentales sobre la dramática situación que los hechos demográficos ponen en evidencia.Ítem Mortalidad en América Central : realidad actual y perspectivas(Revista Centroamericana de Ciencias de la Salud, Año 7, no. 19 (mayo-agosto 1981), 1981) Behm Rosas, HugoEn este artículo se analiza, con la información demográfica más reciente, la situación actual de la mortalidad en América Central y sé discuten los factores que definen hoy su posible curso futuro. En general, hay una correspondencia entre el grado de desarrollo de un país — y, por tanto, del nivel de su mortalidad— y la eficiencia de los sistemas de información demográfica. De lo cual resulta que el conocimiento de la mortalidad en la región centroamericana es mediocre para la mayoría de su población.1 En el interior de los países, la omisión del registro de defunciones es variable, siendo a menudo mayor en las poblaciones menos desarrolladas, lo que imposibilita los análisis por divisiones geográficas. Un avance significativo se ha obtenido con los métodos Indirectos desarrollados por diversos demógrafos, los cuales derivan estimaciones de mortalidad de fuentes ajenas al registro de defunciones (Hill y Trusseil, 1977).Ítem El sistema modelo de Brass en el estudio de la mortalidad por sexo. El Salvador 1961-1971(CELADE, 1976) Rosero Bixby, LuisEl presente trabajo tiene por objeto analizar algunas posibilidades de aplicación del sistema modelo Brass (también conocido como sistema logito) en el estudio de la mortalidad por sexo y, más concretamente, en la construcción de tablas intercensales de mortalidad por sexo. Para ello, se ha creído conveniente desarrollar el trabajo en dos niveles: a) una primera parte teórica, que aborda ciertos problemas derivados de la utilización del modelo en el estudio de la mortalidad por sexo; y, b) un ejercicio de aplicación del modelo en la estimación de la mortalidad de la República de El Salvador, mediante la construcción de la tabla intercensal de mortalidad por sexo para el período 1961-1971.Ítem Tablas de mortalidad, jubilación e invalidez, Costa Rica 2000-2005(Población y Salud en Mesoamérica; Volumen 6, Número 1, 2008) Rosero Bixby, Luis; Collado Chaves, AndreaSe estimaron las tablas de vida de Costa Rica del período 2000-2005, detalladas por edades simples y hasta los 115 años de edad. Además, se comparó el patrón de mortalidad general con la de los derecho habientes a pensión dentro de los regímenes contributivos. También, se proyectó una tabla de vida para 2025-2030 y un modelo para estimar las probabilidades de muerte por edades simples, sexo y año calendario dentro del período 2006-2050. La comparación tabla de vida 2000-05 con la de cinco años atrás muestra el progreso en la esperanza de vida. Al nacer, la esperanza de vida fue de 78,2 años para ambos sexos (75,9 para los hombres y 80,6 las mujeres). Costa Rica continúa ocupando el segundo lugar de América como el país de mayor esperanza de vida al nacer, solo superado por Canadá. La esperanza de vida a los 65 años (edad aproximada de jubilación), aumentó medio año para los varones y casi un año para las mujeres; pasando de 16,9 a 17,5 años en hombres y de 19,1 a 19,9 en mujeres. La comparación de los patrones de mortalidad de la población general con las poblaciones con derecho a pensión, mostró que la mortalidad de los derecho habientes no difiere significativamente de la mortalidad de la población total, en cambio para los jubilados e inválidos si se observaron diferencias. La tabla de mortalidad proyectada estima las condiciones probables de mortalidad que vivirán quienes se pensionen en 2007-2011. La proyección supuso un progreso cada vez más lento en la esperanza de vida. Estas tablas de vida se prepararon para la Superintendencia de Pensiones, de manera que sirvan como referencia en cálculos actuariales de seguros de vida y pensiones vitalicias.Ítem Uso de las estadísticas vitales de mortalidad para evaluar el impacto de la reforma del sector de la salud en las localidades de Costa Rica(Notas de Población; Volumen 36, Número 89, 2009) Rosero Bixby, LuisLa reforma del sector de la salud en Costa Rica, iniciada en 1995, no se llevó a cabo al mismo tiempo en todas las comunidades del país, sino que se aplicó paulatinamente en una especie de experimento natural, lo que permite evaluar sus consecuencias haciendo uso de las estadísticas vitales de mortalidad principalmente. Asumiendo un diseño de evaluación cuasi experimental, se analizan, con la ayuda de modelos de regresión múltiple, las tendencias en diversos componentes de la mortalidad en los 420 distritos del país durante el período 1985-2001. Por medio de estos modelos, se estima que la adopción de la reforma en un área redujo la mortalidad de los niños en un 8% y la de los adultos en un 2%. La reducción alcanzó el 14% en la mortalidad adulta debida a enfermedades transmisibles, fue nula en la de origen social y similar al total (2%) en la debida a enfermedades crónicas. Al traducir estos resultados a vidas salvadas, una simulación de la situación hipotética de ausencia de la reforma da cuenta de que gracias a esta se salvaron, aproximadamente, 120 niños y 350 adultos en el año 2001 únicamente. Un examen de la distribución geográfica y de las características de las áreas que adoptaron la reforma en distintos momentos muestra que se dio prioridad a las zonas más dispersas y de menor desarrollo socioeconómico, lo que redujo la brecha de equidad de acceso a servicios en el primer nivel de atención. La reforma del sector de la salud es posiblemente el acontecimiento más importante para la salud pública del país en la última década y parece ser la causa de la reversión de la tendencia al estancamiento y deterioro en la esperanza de vida de la primera mitad de los años noventa y del retorno del país a la senda del progreso en la segunda mitad de la década. El aumento de la esperanza de vida de los costarricenses de 76,2 a 77,7 años entre 1995 y 2000 es atribuible, en buena parte, a la reforma.