Examinando por Autor "Rosero Bixby, Luis, editor"
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Ítem Costa Rica a la luz del Censo del 2000(Centro Centroamericano de Población, Universidad de Costa Rica, 2004) Rosero Bixby, Luis, editorUn censo siempre es importante, pero el Censo Costa Rica 2000 es excepcionalmente importante. La razón más obvia de ello es el valor simbólico del año 2000, umbral de siglo y de milenio. Un censo en ese año permite valorar lo logrado en el siglo que termina, disponer de una línea de base sobre la cual planificar el nuevo siglo y, más adelante, evaluar lo planificado. Otra razón de la importancia del Censo 2000 es que el país estaba sediento de datos tras una larga espera de 16 años sin censo. Pero, sobre todo, está el hecho de que este censo constituye un testigo de excepción de transformaciones cruciales de Costa Rica en esta época, tales como: pasar de una economía agro exportadora a una de exportación de servicios (turismo) y alta tecnología, completar la transición de alta a baja fecundidad, liderar el continente con la segunda esperanza de vida más alta y acoger uno de los más altos números relativos de inmigrantes de las Américas Conscientes de la importancia del Censo 2000, cuatro instituciones costarricenses aunaron esfuerzos para efectuar en agosto del 2002 el Simposio “Costa Rica a la Luz del Censo del 2000 El Simposio permitió hacer un alto y examinar la situación de Costa Rica en el 2000 sobre las bases sólidas de análisis a fondo de los datos del censo. Se presentaron y debatieron 23 ponencias, respaldadas por sus respectivas monografías. Esas ponencias fueron la culminación de un trabajo de meses de análisis de la información censal. El acceso expedito de los investigadores a la base de datos censal fue crucial para efectuar el simposio apenas dos años después del empadronamiento. Ello fue posible por la celeridad con que el 1NEC procesó el censo y su buena disposición para permitir el acceso a las bases de micro datos censales, así como por el servicio pionero de consulta por Internet a las bases de micro datos de éste y otros censos provisto por el CCP en . Este libro presenta una selección de 19 monografías del simposio. Aunque las monografías abordan una gran variedad de temas, no agotan las enormes posibilidades de análisis de los datos censales ni pretenden ser un diagnóstico exhaustivo de la realidad del país. Se espera que investigadores y especialistas continúen usando la información censal durante muchos años y aprovechen la facilidad de consultas por Internet antes mencionada. El libro está dividido en cinco partes. Aunque en todas ellas hay un importante componente metodológico, en la Parte I las monografías se concentran en aspectos metodológicos de definición y medición de variables. Una de las monografías lidia con el problema de estimar un indicador de rezago social para áreas geográficas pequeñas del país V (distritos y cantones). Las otras tres, trabajan con el hogar como unidad de análisis para identificar formas de clasificarlos según ingreso (que no se preguntó en el censo) o las características sociodemográficas de los miembros del hogar o de la persona identificada como jefe del hogar. La Parte II del libro es hasta cierto punto una prolongación de la anterior, con la diferencia de que privilegia aspectos analíticos sobre los aspectos metodológicos de la estratificación de la población del país según sus carencias, condición de pobreza, estructura productiva o clase social. El uso de mapas para representar visualmente los resultados es una interesante característica de estos estudios. El análisis con una perspectiva longitudinal del nivel educativo de las cohortes es de gran valor para entender algunas tendencias en los niveles de pobreza observados en Costa Rica a fines del siglo XX. En la Parte III del libro, sendos artículos examinan con los datos del censo aspectos de los tres grandes pilares del desarrollo social de Costa rica; educación, salud y seguridad social. Mientras el artículo sobre educación aborda temas relacionados con el impacto o consecuencias de esta característica, los de salud y seguridad social versan sobre aspectos del acceso de la población a estos servicios. Instancias que diseñan políticas en estos campos pueden encontrara material de gran valor en estos estudios. La Parte IV es diversa y agrupa monografías cuyo denominador común es ocuparse de subpoblaciones o minorías del país: indígenas, afro costarricenses, inmigrantes nicaragüenses, adultos mayores y mujeres en el mercado de trabajo. Los estudios de poblaciones indígenas y afro costarricenses son de extraordinario valor pues por primera vez un censo moderno investiga estas características en Costa Rica, poniendo en evidencia algunos estereotipos. La Parte V y final incluye tres monografías en las que la localización espacial de la población es el tema central, incluyendo la movilidad o migración interna (un tema importante del que se sabe muy poco en el país), la localización de bolsones de alta fecundidad adolescente y la relación espacial entre bosque y población. El uso extensivo del hogar como unidad de análisis, el estudio por cohortes e intergenarcional de la educación, el análisis por áreas pequeñas y grupos poblacionales minoritarios, la incorporación de la dimensión espacial y el uso de sistemas de información geográfica y mapas, son solo algunas innovaciones que el lector encontrará en las 19 monografías del libro.Ítem Población del Istmo 2000: familia, migración, violencia y medio ambiente(Centro Centroamericano de Población, Universidad de Costa Rica, 2001) Rosero Bixby, Luis, editorPuente entre Norte y Sur América y punto de encuentro de los océanos Atlántico y Pacífico, el Istmo centroamericano es sitio en que confluyen – y chocan– continentes, mares, biosistemas, razas, culturas e historias. El paisaje y la sociedad reflejan esta realidad, frecuentemente definida más por factores externos que por su propia identidad. La región abandona el milenio con la vaga memoria del esplendor de la civilización americana más sorprendente, acunada por el Istmo siglos atrás, y con la memoria fresca de guerras fratricidas (por causas muchas veces ajenas), desastres naturales, inequidades intolerables y atraso material, tecnológico y científico evidentes. Al mismo tiempo, el Istmo entra al nuevo siglo y milenio con la esperanza de que la democracia y la paz, recientemente estrenadas, le permitirán desarrollarse y encontrarse a sí mismo. Todo esto en medio de un inexorable movimiento de globalización que complica la búsqueda de una identidad propia. La demografía del Istmo no escapa a esta confluencia de espacios y tiempos. Está en gran parte definida por factores externos como el desarrollo del conocimiento de las claves de la reproducción y la muerte o la importación de programas de ingeniería social. Refleja tendencias globales como la transición demográfica o la circulación de migrantes. Yuxtapone patrones de supervivencia, reproducción y organización familiar tradicionales y modernos en una amalgama poblacional caracterizada por la diversidad y los contrastes. Es influenciada también por la emergencia de nuevas áreas de estudio y acción como son la violencia o la conservación del ambiente. Es, sin embargo, poco lo que entendemos o está documentado de esta tumultuosa realidad demográfica de la región. Aquí también el Istmo debe encontrarse a sí mismo. Esta publicación es parte de la búsqueda de identidad del Istmo en lo demográfico. El objeto de reflexión es la población de la regón en el emblemático año 2000. Dentro del amplio tema de la demografía, la publicación integra 16 estudios sobre cinco aspectos de la realidad centroamericana: la dinámica demográfica general, la familia, las migraciones a través de las fronteras nacionales, aspectos de la violencia y el tema emergente de la interrelación población y medio ambiente. Deliberadamente se han dejado por fuera los temas demográficos tradicionales de la mortalidad y la fecundidad, a fin de tener el espacio para reflexionar sobre temas menos conocidos de la realidad poblacional. La demógrafa panameña Carmen Miró, posiblemente el personaje latinoamericano más conocido en el mundo de los estudios de población de las últimas cuatro décadas, es un testigo de excepción para hacer un recuento de las grandes tendencias demográficas de la región. En su capítulo describe la explosión demográfica que multiplicó por tres la población del istmo en las últimas cinco décadas y probablemente la multiplicará nuevamente por tres en las cinco décadas venideras. Su capítulo documenta también los grandes cambios ocurridos y por ocurrir y la gran diversidad en las tendencias demográficas del Istmo; y se esfuerza por vincular estos cambios con condiciones socioeconómicas generales de desarrollo, empleo y pobreza. Seis capítulos analizan el tema de la familia desde diferentes perspectivas. El ensayo de Sergio Reuben es una reflexión sobre la influencia en la familia de los cambios socioeconómicos contemporáneos y la necesidad de intervención del Estado. Teresa Castro, Karen Glaser y Julieta Quilodrán et al. abordan, en sendos capítulos, un aspecto de la organización familiar peculiar desde hace décadas en América Latina: la unión consensual. Estos tres estudios describen la importancia y características de la unión consensual en la región, así como algunos de sus orígenes y de sus consecuencias. Budowski y Rosero-Bixby tocan un tema poco conocido, pero que puede ser de gran relevancia para las políticas sociales y de población: la elevada proporción de nacimientos que se registran sin el reconocimiento del padre. Este es un primer acercamiento para caracterizar el problema e identifican algunas de sus probables causas. Nugent y Gómez abordan un tema central en poblaciones que están a las puertas de un envejecimiento acelerado, el de las expectativas de que los hijos ayuden a sus padres en la tercera edad. La tercera parte del libro está dedicada a las migraciones internacionales. Los movimientos migratorios dentro y a través del Istmo tienen una larga historia desde tiempos precolombinos. Empero, el fenómeno ha cobrado visibilidad en años recientes por la afluencia masiva de migrantes centroamericanos a los Estados Unidos, los flujos hacia ciertos focos de atracción dentro de la región (Costa Rica y Belice, principalmente), el retorno de algunos migrantes a su lugar de origen y las remezas a los países de orígen. El capítulo de Edward Funkhauser demuestra la existencia de una importante fuga de cerebros de centroamericanos a los EEUU y analiza algunas de sus posibles consecuencias. Manuel Castillo utiliza varias fuentes de datos de los EEUU y la frontera con México, para identificar algunos de los rasgos distintivos de la migración de centroamericanos a ese país. Houser y Lovell presentan los resultados de un estudio cualitativo, que da una imagen de primera mano de los efectos y rasgos distintivos de la migración circular y el envío de remezas en una comunidad rural de Guatemala. Rosales y colaboradores presentan importante información de la encuesta de demografía y salud de Nicaragua, 1998, para caracterizar los emigrantes de ese país a los EEUU y a Costa Rica. Dolores Puga analiza un flujo migratorio muy peculiar pero que puede ser de gran impacto económico en los países de la región: el de los jubilados, principalmente norteamericanos, en Costa Rica. El libro incluye dos estudios de un aspecto que lamentablemente ha cobrado importancia en la región en las últimas décadas: la violencia. El estudio de los politólogos Seligson y Azpuru ilustra las dimensiones y el impacto de la delincuencia en la población guatemalteca. Este es un estudio de las percepciones de la violencia en la población, basado en encuestas de opinión. David Morán analiza otro aspecto de la violencia, el impacto de la guerra civil en El Salvador sobre los flujos migratorios internos, con base en información del censo de población de ese país. En la ultima parte del libro se incluyen dos estudios de la relación población y medio ambiente, un tema central para la emergente preocupación por la conservación de los recursos naturales y el desarrollo sostenible. Ambos estudios se refieren a ecosistemas específicos dentro de Costa Rica y Guatemala: la Península de Osa y el Petén, respectivamente. El Estudio de Rosero Bixby, Maldonado y Bonilla, utiliza la tecnología de los sistemas de información geográfica e imágenes de satélite para mostrar el impacto que ha tenido el poblamiento de la Península de Osa en procesos recientes de deforestación, fragmentación y reforestación. David Carr analiza los cambios en el uso del suelo y su posible impacto en la tala del bosque, en una muestra de pobladores del Peten. Este estudio es útil para ilustrar algunos de los mecanismos de la relación entre población y bosque. Los dieciséis capítulos de este volumen son aportes de profesionales de diversas disciplinas, incluyendo demógrafos, sociólogos, economistas, geógrafos, antropólogos, estadísticos y politólogos. Esta colaboración multidisciplinaria da diversidad y colorido al volumen. Las fuentes de datos utilizadas y métodos de análisis también son muy variados. Van desde las entrevistas en profundidad y discusiones de grupo a encuestas probabilísticas y censos, pasando por registros vitales e imágenes de satélite. Casi todos los estudios tienen un fuerte componente de validación empírica. Algunos análisis son fundamentalmente descriptivos para caracterizar una situación determinada y otros tienen un alto grado de sofisticación en procura de identificar relaciones causales. En general, el libro muestra un importante progreso de los estudios de población de la región en cuanto al planteamiento de preguntas de investigación, a las fuentes de información utilizadas y al rigor de la aplicación del método científico. El libro también sirve para mostrar los vacíos en el conocimiento y las limitaciones de la investigación en población, entre las que destaca la desigual cobertura geográfica.