Examinando por Autor "Mora Castrillo, Ricardo"
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Ítem Efecto de la escolaridad sobre la fecundidad en Costa Rica, 1971-1992(Tesis (Magister Scientiae)--Universidad de Costa Rica. Sistema de Estudios de Posgrado. Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Estadística, 1999) Mora Castrillo, RicardoElevar el nivel educativo de la población es uno de los temas en los que más han insistido los sectores gubernamentales. Sin obviar el efecto que una medida de este tipo tiene sobre las condiciones de vida de los habitantes, es de interés conocer el impacto que tendría la universalización de la secundaria en los niveles de fecundidad de las mujeres alguna vez unidas. La influencia de esa y otras variables se puede medir con un modelo propuesto por Rodríguez y Cleland, que asume que cualquier determinante de la fecundidad la afecta a través del espaciamiento de los nacimientos o la limitación de ellos. Para implementar ese modelo se usó la regresión Poisson, que incorpora al número de hijos de las mujeres como variable dependiente y varias características de las mujeres como variables independientes: el nivel educativo, el año de encuesta, la zona de residencia, la condición laboral, la cercanía de una FAMA, la pérdida de algún hijo y la duración de la unión. Se trabaja con cuatro encuestas de fecundidad realizadas en el país: 1976, 1981, 1986 y 1993. Previo a la cuantificación del efecto de cada una de las variables independientes se analizó la evolución del nivel educativo. Se encontró que el promedio de años aprobados aumentó de 5.6 en 1976 a 7.6 en 1993. Esto hace razonable pensar en futuros aumentos del nivel educativo. Al observar la tendencia de la paridez media, como indicador de fecundidad, se halló que la relación educación-fecundidad es inversa, principalmente hasta primaria, luego de ese nivel la fecundidad se mantiene casi constante. Además, la fecundidad a disminuido a través del tiempo, lo que hace que grupos en los que el número promedio de hijos era diferente tienda a ser similar. Por ejemplo, se han acortado las diferencias entre zona urbana y rural. En 1976 la diferencia de la paridez media era de 1.7 hijos, para 1993 bajó a 0.6. El modelo de regresión múltiple indica que las variables año de encuesta, condición laboral y muerte de algún hijo modifican las preferencias en el espaciamiento de los nacimientos. Mientras que la educación modifica la fecundidad, principalmente, limitando el número de hijos. Al proyectar las tasas de fecundidad para mujeres alguna vez unidas del año 2000 al 2030, se nota como éstas disminuirán por sí solas con el pasar del tiempo. Si el nivel educativo de las mujeres se mantiene como en 1993 (27% con secundaria completa) y el porcentaje de mujeres trabajando no variara (30%), la TTFAU sería 2.9 en el 2000. Si para el 2030 esa estructura cambiara a un 100% de las mujeres con secundaria completa y un 70% trabajando, la TTFAU sería 1.5. De esa disminución de 1.4 hijos, 1.0 se atribuye al descenso que se dará con el paso del tiempo (que se explica por variables no consideradas explícitamente en el estudio), 0.2 al efecto de unlversalizar la secundaria y 0.2 a elevar el porcentaje de mujeres que trabajan. Los anteriores resultados indican que el efecto de hacer que toda la población complete los estudios de secundaria no tendría un impacto fuerte sobre la fecundidad. Hay otros factores culturales que se modifican de una generación a otra que hacen que la fecundidad descienda a través del tiempo Y es precisamente cuestión de tiempo para que la fecundidad termine por alcanzar los niveles de reemplazo. Elevar el nivel educativo y aumentar el porcentaje de mujeres trabajadoras son factores que acelerarían el proceso, pero no en forma determinante.Ítem Equidad y Salud Materno Infantil en Guatemala 1987 y 1999(Instituto de Investigaciones en Salud (INISA), Programa Centroamericano de Población (PCP) de la Universidad de Costa Rica, 2000) Mora Castrillo, Ricardo; Rosero Bixby, LuisSe analizan las brechas socioeconómicas o inequidades en siete aspectos de la salud materno infantil en Guatemala en dos momentos en el tiempo: hacia fines de las décadas de los 1980 y 1990. La información proviene de las encuestas de demografía y salud (DHS) de 1987 y 1999. Los siete aspectos de salud materno infantil analizados son: mortalidad, morbilidad, crecimiento y desarrollo, conductas de riesgo, acciones preventivas, conocimientos en salud y uso de servicios. Las inequidades se identifican con indicadores de la condición socioeconómica de los individuos (educación de la mujer, condición económica del hogar y grupo étnico) y del contexto (urbanización y grado de desarrollo). Luego de identificar diferencias netas en la salud por medio de análisis de regresión multi-nivel, las inequidades en salud se resumen con tres indicadores: índice de Gini, fracción atribuible a inequidad y variación debida al contexto. Los resultados muestran que en Guatemala hay grandes inequidades en salud. Por ejemplo, el 65% de los niños de madre analfabeta presenta retardo del crecimiento, comparado con el 13% de los hijos de mujeres con educación secundaria; un 92% de las mujeres indígenas no planifica la familia y un 83% no ha recibido atención profesional en el parto, en comparación con el 59% y 39% respectivamente de las ladinas. Estos contrastes cambian poco cuando la regresión multivariable controla otros factores influyentes. Las inequidades mas pronunciadas ocurren en los indicadores de multiparidad y falta de atención profesional en el parto, con índices de Gini del orden de 0,4. La falta de lactancia materna también presenta grandes brechas, pero éstas son en sentido inverso, es decir, los sectores mas desposeídos están en una mejor situación. Las condiciones de salud son más equitativas (Gini menor que 0,1) en la presencia de suero oral en casa, incidencia de enfermedades respiratorias e intervalo corto entre nacimientos. Al mismo tiempo que los promedios de casi todos los indicadores presentan una mejora sustancial entre 1987 y 1999, hay un deterioro generalizado en la equidad. Por ejemplo, los niños con retardo en crecimiento disminuyeron de 58% a 47% pero el Gini de este indicador aumentó de 0,16 a 0,26. En la mayoría de indicadores, la variabilidad se explica en mayor medida por diferencias entre contextos que entre individuos. En la encuesta de 1999, alrededor del 80% de la variabilidad en atención del parto, atención prenatal y en embarazos no deseados se explica por diferencias contextuales antes que individuales. La variabilidad individual es algo mayor que la contextual solo en dos indicadores: embarazo en la adolescencia y mortalidad infantil. La fracción atribuible a inequidad muestra que en muchos casos una política orientada a disminuir inequidades también afectaría substancialmente a los promedios nacionales. Por ejemplo, si la atención del parto fuese como en el cuartil poblacional que se encuentra en condición más favorable, el indicador nacional de carencia de este servicio se reduciría en un 40% en 1999; i.e., de 81% a 49%.Ítem Estimaciones y proyecciones de población actualizadas a 1996. Costa Rica 1975-2050(Programa Centroamericano de Población, Universidad de Costa Rica, 1998) Rosero Bixby, Luis; Brenes Camacho, Gilbert; Mora Castrillo, Ricardo; Morán Mendoza, José David; Ramírez Moreira, Olman; Sanabria Brenes, Karen; Araya Umaña, Olga Martha; Vindas, Carlos; López A., NoraEste estudio actualiza las estimaciones y proyecciones de población de Costa Rica, nacionales y cantonales, con nueva información de las estadísticas vitales (hasta 1996, inclusive) y de otras fuentes como la Encuesta de Hogares de 1997 y la Encuesta de Salud Reproductiva de 1993. Esta actualización de las proyecciones y estimaciones de población se realiza diez años después de un estudio realizado por el Centro Latinoamericano de Demografía, el Ministerio de Planificación y la Dirección General de Estadística y Censos1. La necesidad de actualizar las estimaciones y proyecciones demográficas se volvió perentoria ante la no realización de un censo de población en Costa Rica en la década de 1990 y la emergencia de nuevas tendencias demográficas en el país, como son la disminución sostenida de la fecundidad desde 1985, el estancamiento y deterioro de la esperanza de vida desde 1990 y, especialmente, la probable intensificación de los flujos de inmigrantes nicaragüenses. Los usuarios de las estimaciones de este estudio deben tener presente que están sujetas a error y son un pobre sustituto de la información que proporcionaría un censo de población. Son particularmente vulnerables en dos aspectos: la migración internacional y las poblaciones de unidades geográficas pequeñas (cantones y distritos). Estos dos aspectos de la realidad demográfica del país (así como los flujos migratorios internos) solo pueden determinarse con un margen aceptable de certidumbre en un censo de población, que el país no ha efectuado desde 1984. Se presentan estimaciones detalladas de las tendencias demográficas y de la población en el periodo 1975-1996, incluyendo las tablas de mortalidad de cada uno de estos años, así como las proyecciones para el periodo 1995-2050. Tanto las estimaciones demográficas pasadas como las proyecciones futuras apuntan a que la población de Costa Rica es y será mayor de lo que se pensaba. La población total, por ejemplo, es alrededor de 100.000 personas más grande en 1995 y 500.000 más grande en el 2025 que las cifras de la estimación y proyección efectuada en 1988. Se muestran cuatro escenarios de evolución futura de la población del país, uno recomendado con el curso más probable de la mortalidad, fecundidad y migraciones y tres escenarios alternativos con diferentes supuestos de evolución futura de la fecundidad y la migración internacional.