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Examinando Envejecimiento por Materia "ANCIANOS"
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Ítem Diseño metodológico de una tabla de peso y talla para población adulta mayor en Costa Rica(Tesis (maestría profesional en población y salud)--Universidad de Costa Rica. Escuela de Estadística, 2000) Vargas Oreamuno, Sylvia PatriciaEn términos demográficos se dice que una población se vuelve “vieja” cuando la cantidad de personas de edad avanzada aumenta y el número de niños y jóvenes disminuye (United Nations,1991). En 1950 habían 200 millones de personas de 60 años y más en el mundo, lo que constituyó un 8% de la población mundial. Las proyecciones demográficas indican que para el año 2025 esta cantidad se incrementará seis veces, lo que daría un estimado de 1 200 millones de adultos mayores. Es decir cerca del 14% de la población mundial estaría conformada por este grupo etéreo (United Nations, 1991). El número de personas de edad avanzada cobra cada día mayor importancia como resultado del envejecimiento de las sociedades. Este fenómeno, ocasionado por el descenso en el nivel de fecundidad y mortalidad de las poblaciones es lo que se conoce como Transición Demográfica. Costa Rica presenta una tendencia hacia el envejecimiento que se refleja en un creciente número de personas de 60 años y más. Para 1984 la población de adultos mayores era de 154 834 (Dirección General de Estadística y Censos, 1984) y de acuerdo con proyecciones de población esta cantidad ascenderá a un aproximado de 299 966 (CELADE, 1998), lo que significa casi el doble de población adulta mayor en relación con 1984. Esta situación provocará gran impacto en todas las áreas de acción en especial en las de demanda y oferta de servicios de salud, producción de bienes, empleo y dinámica familiar , afectando el funcionamiento de las sociedades (Proyecto SABE,2000). En este sentido los cambios biológicos asociados al envejecimiento y al ambiente social en que se desenvuelven los adultos mayores hacen que este grupo sea considerado tan igualmente vulnerable como los niños en lo que respecta a nutrición y salud.Ítem Factors associated with hypertension prevalence, unawareness and treatment among Costa Rican elderly(BMC Public Health 8(275), 2008) Méndez Chacón, Ericka; Santamaría Ulloa, Carolina; Rosero Bixby, LuisBackground: Reliable information on the prevalence of hypertension is crucial in the development of health policies for prevention, control, and early diagnosis of this condition. This study describes the prevalence of hypertension among Costa Rican elderly, and identifies co-factors associated with its prevalence, unawareness and treatment. Methods: The prevalence of hypertension is estimated for the Costa Rican elderly. Measurement error is assessed, and factors associated with high blood pressure are explored. Data for this study came from a nationally representative sample of about 2,800 individuals from CRELES (Costa Rica: Longevity and Healthy Aging Study). Two blood pressure measures were collected using digital monitors. Self reprts of previous diagnosis, and medications taken were also recorded as part of the study. Results: No evidence of information bias was found among interviewers, or over time. Hypertension prevalence in elderly Costa Ricans was found to be 65% (Males = 60%, Females = 69%). Twenty-five percent of the studied population did not reprt previous diagnoses of hypertension, but according to our measurement they had high blood pressure. The proportion of unaware men is higher than the proportion of unaware women (32% vs. 20%). The main factors associated with hypertension are: age, being overweight or obese, and family history of hypertension. For men, current smokers are 3 times more likely to be unaware of their condition than non smokers. Both men and women are less likely to be unaware of their condition if they have a family history of hypertension. Those women who are obese, diabetic, have suffered heart disease or stroke, or have been home visited by community health workers are less likely to be unaware of their hypertension. The odds of being treated are higher in educated individuals, those with a family history of hypertension, elderly with diabetes or those who have had heart disease. Conclusion: Sex differences in terms of hypertension prevalence, unawareness, and treatment in elderly people have been found. Despite national programs for hypertension detection and education, unawareness of hypertension remains high, particularly among elderly men. Modifiable factors identified to be associated with prevalence such as obesity and alcohol intake could be used in educational programs aimed at the detection and treatment of those individuals who have the conditionÍtem II Informe estado de situación de la persona adulta mayor(Universidad de Costa Rica, 2020) Universidad de Costa Rica; Centro Centroamericano de Población; PIAM; CONAPAMEl I Informe del Estado de Situación de la Persona Mayor fue publicado en 2008. Dicho texto tenía el objetivo de analizar los distintos ámbitos de la situación de la persona adulta mayor en Costa Rica, en el contexto de un proceso de envejecimiento poblacional acelerado. El Informe compiló normativa, datos estadísticos, información cualitativa, y análisis general que permitió evidenciar la compleja situación de la población de 65 años en el país. El informe fue claro en señalar que Costa Rica había avanzado en la ejecución de acciones y políticas públicas en beneficio de esta población, pero que todavía había muchos campos en los que se podía impulsar el mejoramiento del bienestar de esta población. Gracias al indiscutible apoyo del Consejo Nacional para la Persona Adulta Mayor CONAPAM y de la Vicerrectoría de Investigación, el Centro Centroamericano de Población CCP y el Programa Integral para la Persona Adulta Mayor PIAM, unidades ambas de la Universidad de Costa Rica, unieron esfuerzos para actualizar la información sobre personas adultas mayores, recolectando información que se ha venido generando en los últimos 12 años. El segundo informe retoma los hallazgos y conclusiones del primero para describir cambios, indagar sobre algunos vacíos del primer documento, y profundizar en los aspectos en los que la información lo permita. La redacción del informe contó con el apoyo de investigadores de la Universidad de Costa Rica, del Hospital de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes, y del ámbito privado. La participación estudiantil también fue relevante en la recopilación de información que permitiera los análisis subsiguientes. Además, se realizaron dos Talleres de Validación sobre documentos preliminares; estos talleres fueron importantes para mejorar la disponibilidad y calidad de la información que se presenta en este segundo informe. En estos talleres participaron expertos en los temas de envejecimiento, derechos humanos y servicios públicos. El documento consta de siete capítulos. En el primer capítulo se plantea una descripción de las características demográficas de la población de 65 años y más en el país, así como del proceso de envejecimiento poblacional. El capítulo incorpora una caracterización de ciertos grupos poblaciones específicos, como lo son los afrodescendientes, indígenas y migrantes. El segundo capítulo discute cuál es la situación socioeconómica de las personas adultas mayores, y se centra en tres grandes subtemas que componen el tema en cuestión: los gastos, los ingresos y la tenencia de vivienda. La salud es el tema central del tercer capítulo. Este texto realiza un repaso sobre la prevalencia de ciertas enfermedades crónicas, y las principales causas de la mortalidad. Seguidamente, se desarrolla un análisis del efecto del proceso de envejecimiento poblacional sobre el sistema de salud del país, especialmente, sobre los servicios de la Caja Costarricense del Seguro Social CCSS. El capítulo sobre Derechos de las personas adultas mayores retoma el tema desarrollado en el primero informe acerca de la normativa vigente en el Estado costarricense que está relacionada con las personas adultas mayores, desde una perspectiva de derechos. La información de dicho capítulo permite contextualizar la evidencia empírica hallada y expuesta en el siguiente capítulo sobre la discriminación, los abusos y los malos tratos que las personas de 65 años y más tienen que enfrentar. El tema de Derechos contiene un repaso de los instrumentos jurídicos adoptados por el Estado costarricense durante los últimos 10 años, así como un análisis de los informes de la Defensoría de los Habitantes. El capítulo de Educación ofrece un contexto sobre las percepciones sobre la vejez entre la población costarricense, así como una propuesta para incluir el tema del envejecimiento como eje temático transversal en el sistema educativo costarricense. Por último, se incluye un capítulo sobre las Organizaciones de Bienestar Social (OBS) que trabajan para el servicio de las personas adultas mayores. El capítulo analiza el concepto de Red de Cuido, que dio paso a políticas y programas sociales dirigidas a poblaciones vulnerables. Tal y como se señala en el prólogo del Primer Informe, este segundo documento incluyó la información relevante que pudo ser recopilada, pero es falible pues el tema es complejo y cada día están surgiendo nuevas investigaciones enfocadas en el tema del envejecimiento en el país. El fin último del Segundo Informe del Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor es poder ofrecer a investigadores y tomadores de decisiones, datos y análisis que puedan servir para fomentar el bienestar de la población de 65 años y más en Costa Rica.Ítem Left behind in the economic crisis: poverty among the elderly in Costa Rica(California Center for Population Research, vol.36(10), 2005) Brenes Camacho, GilbertAbstract The economic crisis at the beginning of the eighties impacted 20th-century Costa Rica in many different ways. Government programs were successful in reducing the proportion of poor people from 35% in 1985 to 23% in 2000. This article utilizes official Household Surveys corresponding to the period 1981-2002 and Population Censuses to perform an estimation of age, cohort, and period effects, in order to show that poverty among the elderly can be understood as a cohort effect. Their poverty conditions are associated with their low schooling, mainly among men. The probability of having the right to a retirement pension and the fact that individuals with lower educational levels earned low income during their later working years, intervene in the relationship between schooling and poverty as a cohort effect. Soon after the end of the civil war in 1948, Costa Rica underwent political and economic changes that aided the expansion of the social benefits initialized in the 40’s, such as universalizing Social Security, promoting health and educational policy, and providing infrastructure and services to both rural and urban communities. Nevertheless, at the end of the 70’s, increasing oil prices had a strong negative impact on many countries around the world. Costa Rica was no exception, and during the 1980 – 1982 period it went through an economic crisis characterized by hyperinflation, increased unemployment and underemployment rates, and the declaration of a moratorium on foreign debt payments (Barahona Montero 1999a). The governments after 1982 were relatively successful in promoting economic recovery by changing the development model based on import substitution to one promoting non-traditional product exports and tourism (Barahona Montero 1999a, González Mejía 1999). In spite of the recovery and public policies designed to combat poverty, since 1991, it has not been possible to reduce the proportion of poor households below 18%, maintaining an annual average of around 20%.2 In addition, economists consider that within this one-fifth of the nation’s population, there is a group of “hard-core poor”, i.e., persons who systematically live on a minimal income, and who cannot easily climb out of their chronic condition (Proyecto Estado de la Nación-PEN 2002). One group in which the proportion of poor is relatively high with regard to the rest of the population is that of the elderly: 31% of individuals 65 or more years of age live in households with incomes below the poverty line, according to the 2002 Encuesta de Hogares (National Household Survey). The objective of this paper is to show that if poverty among the elderly is associated with structural characteristics within this group of the population, its incidence can be represented as a cohort effect. In other words, a large percentage of the Costa Rican elderly would be living in poverty, not because old age leads to poverty, but because the characteristics that they acquired throughout their lives – given the historical moments they lived – make them more susceptible to being poor, in comparison with other groups born more recently. In order to provide separate estimates of the cohort, age, and period effects, we consolidated the Encuestas de Hogares from 1980 to 2002, whose basic dependent variable is the proportion of persons living in poor households. The paper presents variations of these effects produced by the inclusion of certain independent variables in the model, in particular the level of education of the cohorts. It also emphasizes the importance of the economic crisis at the beginning of the 80’s on the incidence of poverty among the elderly, and at the end of the paper, we relate this phenomenon to educational levels among these generations and their access to Social Security.Ítem Nivel de educación y discapacidad entre los ancianos de Buenos Aires(Población y Salud en Mesoamérica, Volumen 10, número 1 (julio-diciembre 2012), 2012) Monteverde, Malena; Peláez, Enrique; Celton, DoraEl contexto en el que se está produciendo el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe genera interrogantes acerca de la trayectoria futura en la prevalencia de discapacidades por edad. En este sentido, resulta de gran importancia estudiar el comportamiento de la prevalencia de discapacidades y analizar los factores de riesgo en poblaciones de la región. El objetivo del presente estudio es analizar la prevalencia de discapacidades entre la población de 60 años y más de Buenos Aires y evaluar las diferencias entre grupos con distintos niveles educativos. Los datos usados provienen del estudio “Salud, Bienestar y Envejecimiento” -SABE- para Buenos Aires. En base a dicha información, se estima la prevalencia de discapacidades según nivel educativo y se analizan los efectos de diferentes factores de riesgo sobre la probabilidad de experimentar discapacidades entre individuos con diferentes niveles de educación. Los resultados sugieren que el nivel de educación actúa como un importante protector contra el riesgo de experimentar discapacidades en AVD y en AIVD, y que dicha relación estaría parcialmente mediada por el perfil de salud de los individuos.Ítem Predicting mortality with biomarkers : a population-based prospective cohort study for elderly Costa Ricans(Population Health Metrics 10(1), 2012) Rosero Bixby, Luis; Dow, William H.Background: Little is known about adult health and mortality relationships outside high-income nations, partly because few datasets have contained biomarker data in representative populations. Our objective is to determine the prognostic value of biomarkers with respect to total and cardiovascular mortality in an elderly population of a middle-income country, as well as the extent to which they mediate the effects of age and sex on mortality. Methods: This is a prospective population-based study in a nationally representative sample of elderly Costa Ricans. Baseline interviews occurred mostly in 2005 and mortality follow-up went through December 2010. Sample size after excluding observations with missing values: 2,313 individuals and 564 deaths. Main outcome: prospective death rate ratios for 22 baseline biomarkers, which were estimated with hazard regression models. Results: Biomarkers significantly predict future death above and beyond demographic and self-reprted health conditions. The studied biomarkers account for almost half of the effect of age on mortality. However, the sex gap in mortality became several times wider after controlling for biomarkers. The most powerful predictors were simple physical tests: handgrip strength, pulmonary peak flow, and walking speed. Three blood tests also predicted prospective mortality: C-reactive protein (CRP), glycated hemoglobin (HbA1c), and dehydroepiandrosterone sulfate (DHEAS). Strikingly, high blood pressure (BP) and high total cholesterol showed little or no predictive power. Anthropometric measures also failed to show significant mortality effects. Conclusions: This study adds to the growing evidence that blood markers for CRP, HbA1c, and DHEAS, along with organ-specific functional reserve indicators (handgrip, walking speed, and pulmonary peak flow), are valuable tools for identifying vulnerable elderly. The results also highlight the need to better understand an anomaly noted previously in other settings: despite the continued medical focus on drugs for BP and cholesterol, high levels of BP and cholesterol have little predictive value of mortality in this elderly population.Ítem Traditional rural dietary pattern and all-cause mortality in a prospective cohort study of elderly Costa Ricans: the Costa Rican Longevity and Healthy Aging Study (CRELES)(The American Journal of Clinical Nutrition, 2024) Zhang, Yundan; Cortés Ortiz, Mónica V.; Leung, Cindy W.; Baylin, Ana; Rosero Bixby, Luis; Ruiz Narváez, Edward A.Costa Rica, as many other Latin American countries, is experiencing a fast demographic aging. It is estimated that by 2030, 18.5% of the population, or almost 1 of every 5 Costa Ricans, will be 60 y or older, compared with 7.9% or 1 of every 13 Costa Ricans in 1999 [1]. As the population ages, chronic health conditions such as cardiovascular diseases (CVDs) and neurodegenerative disorders are expected to increase in prevalence posing growing challenges to the health of the Costa Rican population. With the demographic shift toward an aging population, there is an urgent need to study determinants of longevity and healthy aging. Diet—as part of a healthy lifestyle—is a key modifiable factor that may help to minimize the burden of age-related health conditions. Beans are a major source of protein and fiber in Costa Rican adults and part of traditional diets in most Latin American countries. High bean consumption has been found associated with a protective cardiometabolic prolife such as low total cholesterol and LDL cholesterol [2,3]. In the Costa Rican population specifically, intake of beans has been associated with lower risk of nonfatal myocardial infarction in middle-aged adults [4]. We recently reported that a traditional Costa Rican rural dietary pattern, rich in beans and rice, was associated with longer leukocyte telomeres—a marker of biologic aging—in Costa Rican adults 60 y and older [5]. However, no studies have examined whether adherence to a traditional diet in elderly Costa Ricans may also be associated with lower mortality. Because of the nutrition transition (i.e., a shift from traditional diets to an increased consumption of processed foods highs in sugars, fats, and salt) experienced by Costa Rica in the last decades [4,6,7], it is essential to evaluate the potential impact of traditional diets on promoting healthy aging and longevity within an aging population. In this study, we assessed the association between a traditional rural dietary pattern, as well as their major food components beans and rice, and all-cause mortality among elderly Costa Ricans aged 60 y and older at baseline. We hypothesized that higher scores on the traditional dietary pattern are associated with lower all-cause mortality in elderly Costa Ricans. We also assessed whether additional dietary patterns may be associated with all-cause mortality. We used longitudinal and nationally representative data from the Costa Rican Longevity and Healthy Aging Study (CRELES).